ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

martes, 22 de julio de 2014

"The Border Crisis Is America's Chance to Repent for Past Mistakes in Central America" (The New Republic, July 21, 2014)

Americans should cheer instead of lament the arrival of tens of thousands of migrant children at their doorstep. It means that the people of Honduras, Guatemala, El Salvador and Mexico still believe in the “American Dream.” This historic opportunity to revive the idea of the United States as a land of opportunity should not be squandered.

In the 1970s and 1980s, the children and youth of Central America took up arms with their families to combat the violent dictatorships which ruled their countries propped up by the U.S. government. Hundreds of thousands of innocent civilians died in the civil wars which wreaked havoc in the region.

The grassroots demands for popular democracy were eventually defeated. Guatemala today is ruled by a retired military general, Otto Pérez Molina, who was a leader of the Kaibil death squads during the civil war. Honduras is governed by the political coalition which came to power in 2009 when the democratically elected president of Honduras, Manuel Zelaya, was deposed in a coup d'état validated by the U.S. government. In 2012, the old authoritarian Party of the Institutional Revolution (PRI) returned to power in Mexico andhas governed with an iron fist fully supported by the Obama administration. El Salvador and Nicaragua have presidents nominally sympathetic to the popular movements of the past, but in practice their policies have come up far short of expectations.

Instead of resenting and repudiating the U.S. for its role in the defeat of the democratic principles which their parents struggled for, the new generation of Central Americans has decided to risk life and limb to travel north with a message of peace. It would be an enormous mistake to respond to this gesture with a slap in the face...

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lunes, 21 de julio de 2014

"Ocupación y servidumbre nacional" (La Jornada, 21 de julio, 2014)

Diputadas toman la tribuna para frentar la reforma energética en diciembre, 2013 
Son aún más graves las implicaciones políticas de la contrarreforma energética que las económicas. Emparentada con las reformas en materia electoral y de telecomunicaciones, nos encontramos frente a un viraje histórico que desanima al más utópico creyente en la posible transformación democrática del país. Las invasiones de la franja de Gaza y de Ucrania oriental por los aliados de Washington constituyen la contracara de la próxima "ocupación temporal" de todo México por Exxon-Mobil, Halliburton y Royal Dutch Shell. Y la "servidumbre legal" a la cual serán sometidas las tierras de los campesinos y los indígenas regresará el país a la esclavitud colonial.

Quienes celebran la supuesta introducción del "libre mercado" en la industria energética ignoran por completo los principios más elementales de la economía moderna. En el mundo entero la extracción de los recursos naturales y la provisión de la electricidad se consideran "monopolios naturales". Constituyen áreas de la economía que requieren de inversiones de capital fijo tan importantes y economías de escala tan grandes que la libre competencia es simplemente imposible o, en su caso, genera resultados ineficientes, con menos producción y precios más altos.

Solamente las empresas más poderosas pueden "competir" en materia energética y únicamente cuando el Estado les otorga control exclusivo sobre un yacimiento o una fuente específica de energía. Así que es una vil mentira que con la contrarreforma energética veremos el fin de los monopolios o una reducción de precios. Únicamente habrá un descarado reparto del actual monopolio estatal entre varios diferentes monopolios privados controlados por amigos y socios delPRIANRD. Las rentas monopólicas que hoy corresponden a la nación mañana llenarán los bolsillos de la oligarquía nacional y los especuladores internacionales.

Las petroleras trasnacionales protegerán a toda costa sus nuevas inversiones monopólicas. La represión a la protesta social y la cancelación de la libertad social que han caracterizados el primer año y medio del actual sexenio son apenas el inicio de un proceso secular de consolidación autoritaria. Tanto el gobierno mexicano como los gobiernos de los países sedes de las petroleras cada día intervendrán con mayor ahínco para detener la inevitable efervescencia social que acompañará el despojo del pueblo y sus tierras...

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lunes, 14 de julio de 2014

"Menores migrantes" (Revista Proceso, 13 de julio, 2014)

Migrantes centroamericanos detenidos en Chiapas.
Foto: Isaín Mandujano/Revista Proceso
Los 57 mil menores mexicanos y centroamericanos sin acompañantes que han sido detenidos cruzando la frontera con los Estados Unidos desde octubre de 2013 son refugiados de una guerra económica, política y social impulsada desde Washington. La alineación de Enrique Peña Nieto con Barack Obama sobre el tema constituye un vergonzoso rompimiento histórico con la larga tradición de independencia política y solidaridad latinoamericana que había caracterizada la diplomacia mexicana a lo largo del siglo XX. En lugar de servir como perro guardián del imperio, México tendría que priorizar los derechos humanos de sus hermanos y hermanas latinoamericanos. 

Obama ha traicionado la confianza de los latinoamericanos residentes en el país del norte. Durante las campañas presidenciales de 2008 y 2012, prometió regularizar a millones de inmigrantes y arreglar el sistema migratorio disfuncional. En respuesta, recibió el contundente apoyo de los votantes latinos. El 67% lo respaldó en 2008, y el 71% en 2012. 

Pero la ingratitud de Obama parece no tener límites. Rápidamente se convirtió en el Presidente estadounidense que ha deportado a la mayor cantidad de migrantes en la historia, en el “Deportador-en-jefe” de acuerdo con activistas, con más de 2 millones de expulsiones durante el tiempo que lleva en la Casa Blanca. Asimismo, ha endurecido la vigilancia en la frontera sur y fracasado olímpicamente en aprobar reformas que podrían reunir a familias de migrantes, además de permitir a jóvenes estudiar y trabajar en los Estados Unidos aunque hubieran ingresado “ilegalmente” al país cuando eran niños. 

La posición retrógrada de Obama con respecto al éxodo de los niños sin acompañantes constituye la última gota que derrama el proverbial vaso. Los menores detenidos merecen la oportunidad de reunirse con sus familiares, quienes con su arduo trabajo sostienen la economía estadounidense. Si Obama hubiera cumplido con su promesa de regularizar a esta importante fuerza laboral, la mayor parte de estos niños podrían ingresar legalmente sin problema alguno a petición de sus parientes. 

Los trabajadores migrantes tienen el mismo derecho a cuidar a sus hijos y a educarlos en escuelas públicas que cualquier otro empleado. Obama y el gobierno norteamericano están sufriendo las consecuencias de su propia hipocresía...

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lunes, 7 de julio de 2014

"Pensamiento criminal" (La Jornada, 7 de julio, 2014)

José Manuel Mireles/Foto: La Jornada
Solamente un ciudadano totalmente desubicado podría creer que la detención del doctor José Manuel Mireles haya sido para garantizar el estado de derecho o que las reformas en materia de telecomunicaciones nos permitirán entrar por la puerta grande a la modernidad. Las constantes mentiras, engaños y fraudes de las autoridades gubernamentales y de la clase política han demostrado que siempre es mejor primero desconfiar de la versión oficial. La natural actitud crítica y contestataria del pueblo mexicano constituye una gran fortaleza en momentos de ignominia autoritaria como hoy.

El encarcelamiento de Mireles es una evidente venganza política. Las mismas autoridades han señalado que la detención del líder de las autodefensas michoacanas es en respuesta a la violación a los acuerdos alcanzados el 14 de abril, en que se pactó el desarme de las autodefensas y su incorporación a las Fuerzas Rurales a partir del 10 de mayo. Es decir, el principal pecado de Mireles no sería la portación de armas en sí, sino su supuesto incumplimiento con un acuerdo estrictamente político.

De lo contrario no habría forma de entender la fecha, el modo y el lugar de la detención. Las actividades en que participaba Mireles el pasado viernes, 27 de junio eran exactamente las mismas que venía desarrollando desde hace más de un año, alentadas y toleradas desde el principio por el mismo gobierno. Si estas acciones eran tan peligrosas y antisociales, ¿por qué no detenerlo desde febrero de 2013, cuando inició el movimiento de las autodefensas, o el mismo 10 de mayo de 2014, la supuesta fecha límite para el desarme? En su caso, quienes realmente tendrían que estar sujetos a proceso penal serían las autoridades gubernamentales que fomentaron y durante meses acompañaron directamente a las autodefensas como Óscar Naranjo, Alfredo Castillo y Miguel Ángel Osorio Chong.

No existe duda de que la detención de Mireles haya sido una determinación política. Se hizo para castigarlo por su valentía al denunciar los vínculos de las autoridades con el crimen organizado y su independencia al insistir que no entregaría las armas hasta que el gobierno hubiera cumplido con su responsabilidad de traer la paz y la justicia a Michoacán...

TEXTO COMPLETO DISPONIBLE EN LA JORNADA