ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

lunes, 27 de enero de 2014

"Congreso Popular" (Revista Proceso, 26 de enero, 2014)


La Constitución de 1917 sigue siendo un importante obstáculo para la plena consolidación del proyecto de neoliberalismo autoritario del PRIANRD. Aún después de la andanada de contra-reformas impulsadas por Enrique Peña Nieto y el Pacto por México, se mantiene incólume el carácter subversivo de gran parte del texto de nuestra Carta Magna. Si bien la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no es de ninguna manera un documento perfecto, sigue siendo más un aliado que un adversario para las luchas populares. No es hora para llamar a un nuevo constituyente, una acción que en la coyuntura actual podría poner en riesgo importantes conquistas sociales, sino que es preciso organizarnos para defender lo que todavía queda del legado de la gran Revolución Mexicana. 

Hace algunos meses, en el debate con Enrique Krauze en estas mismas páginas, ya expusimos porque la Constitución y la Revolución Mexicana son hoy más relevantes y “modernas” que nunca. De acuerdo con el texto constitucional, el Estado mexicano cuenta con la obligación de garantizar a absolutamente todos los ciudadanos, y en condiciones igualitarias, el acceso a techo, tierra, trabajo, salud, alimentación, agua, cultura, información, medio ambiente y educación de calidad. Asimismo, aún después de la contra-reforma energética, el artículo 27 de la Constitución mantiene su concepto claramente anti-neoliberal de la propiedad privada al señalar que todas las tierras y aguas “corresponden originariamente a la Nación”. Este artículo también impone importantes límites a la acumulación de tierras y riquezas por unos cuantos. 

Las reformas peñistas todavía no han trastocado el espíritu profundamente social de la Constitución mexicana. Asimismo, se mantienen intactos grandes instituciones públicas como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y toda la red de universidades, centros de salud y centros comunitarios públicos en el país. También siguen en la brega medios de comunicación independientes como laRevista Proceso, el diario La Jornada y los programas de radio y de televisión de valientes periodistas como Carmen Aristegui. No todos los países cuentan con aliados mediáticos tan importantes para el desarrollo de la conciencia ciudadana. Definitivamente, no todo está perdido. 

Sin embargo, si no surge pronto una reacción social coordinada y contundente a las contra-reformas peñistas, inevitablemente iremos perdiendo progresivamente las pocas instituciones y medios que todavía reflejan el sentir popular. En 2013 el ciclo histórico de subdesarrollo neoliberal llegó a su climax. 2014 podría ser el año en que se consolida la derrota de la izquierda o el momento en que se siembran las semillas para un nuevo amanecer. Todo dependerá de la acción ciudadana...

ARTÍCULO COMPLETO DISPONIBLE  AQUÍ

viernes, 24 de enero de 2014

CONFERENCIA DE PRENSA: CONGRESO POPULAR (LUNES, 27 DE ENERO, 9:00 HRS., CLUB DE PERIODISTAS)


BOLETÍN DE PRENSA

Se emite convocatoria ciudadana para la instalación de un Congreso Popular este próximo 5 de febrero para revocar la reforma constitucional en materia energética

  • Más de ochenta figuras públicas de la academia, el periodismo, las artes y la sociedad civil hacen un llamamiento a los ciudadanos mexicanos para instalar un Congreso Popular que sesione el próximo 5 de febrero en el Aniversario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
BOLETÍN DE PRENSA DISPONIBLE AQUÍ

lunes, 20 de enero de 2014

"Autodefensa popular" (La Jornada, 20 de enero, 2014)

Manifestación en el DF a favor de las Autodefensas// Foto: Cuartoscuro/La Jornada
El levantamiento armado de las "autodefensas" en Mi­choacán demuestra una vez más que las acciones colectivas contundentes desde la sociedad civil son la única forma de realmente "mover a México". Algunos descalifican a los nuevos alzados como una supuesta creación de Enrique Peña Nieto y de su asesor Óscar Naranjo en su afán por reproducir el "modelo colombiano" en nuestro país. Si ello fuera el caso, literalmente les salió el tiro por la culata a los gobernantes.

El apoyo que el pueblo humilde ha dado a los nuevos grupos armados demuestra que no son simples "guardias blancas" al servicio del poder y el dinero. Y las profundas contradicciones que han caracterizado la reacción de las autoridades gubernamentales, tanto nacionales como internacionales, evidencian que la situación las ha tomado totalmente por sorpresa.

México no es Colombia y aquí el narcotráfico no está del lado de la guerrilla, sino del gobierno. Las acciones de las autodefensas han exhibido las complicidades de los tres niveles de gobierno y de los tres principales partidos políticos con Los caballeros templarios y otros grupos del crimen organizado. Cómo explicar de otra forma el hecho de que apenas hoy el gobierno empiece a actuar, aunque sea de manera simulada, contra las cabecillas del narcotráfico en Michoacán. ¿Por qué tuvieron que pasar más de seis años del inicio del Operación Conjunta Michoacán para que Monte Alejandro Rubido, funcionario de "seguridad" igualmente con Felipe Calderón que con Peña Nieto, anunciara que "el margen de maniobra de los delincuentes está prácticamente reducido a cero"?

Los vaivenes entre negociación, represión, auspicio y amonestación del gobierno hacia las "autodefensas" demuestran que el levantamiento ha puesto en jaque al régimen. Miguel Osorio no se cansa de señalar que la portación por civiles de armas de uso exclusivo del Ejército será castigada en "estricto apego a la ley". Sin embargo, las autoridades simultáneamente se reúnen con líderes civiles armados como José Manuel Mireles y Estanislao Beltrán y trabajan de la mano con ellos, incluso facilitando a ambos acceso a atención médica de alta calidad. Y este pasado viernes, apenas dos días después del nombramiento de Alfredo Castillo, 80 integrantes armados de los grupos de autodefensa fueron acompañados de un contingente de la Policía Federal en sutoma del municipio La Huerta....

TEXTO COMPLETO DEL ARTÍCULO DISPONIBLE EN LA JORNADA

martes, 14 de enero de 2014

"Nueva izquierda" (Revista Proceso, 12 de enero, 2014)

Convivio entre legisladores de "izquierda" y senadores del PRI en la víspera
de la aprobación de la contrareforma energética//Foto: Proceso.com
Nos encontramos al inicio de un nuevo ciclo histórico que marca una gran oportunidad para refundar la acción política de izquierda. Las reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos simultáneamente marcan la consolidación del proyecto de subdesarrollo neoliberal y el fin del ciclo de resistencia política iniciados desde los ochenta. El trágico infarto al miocardio padecido por Andrés Manuel López Obrador en la víspera de la aprobación de la contrarreforma energética no solamente debilitó las protestas en el Senado y la Cámara de Diputados, sino que también simboliza el agotamiento de los modelos de izquierda política y social del pasado. 

Estos 30 años de valientes movilizaciones populares, campesinas, sindicales, estudiantiles y electorales en contra de las políticas entreguistas, corruptas y oligárquicas del PRI, el PAN y sus modernos corifeos perredistas, concientizaron profundamente a la población, dieron esperanza y aliento a la sociedad y limitaron de alguna forma la voracidad de los poderes fácticos.

Se ha garantizado la sobrevivencia de una variedad de expresiones sociales alternativas, por ejemplo en las comunidades indígenas de Chiapas con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y en Oaxaca con una gran diversidad de organizaciones y movimientos comunitarios. El Partido de la Revolución Democrática (PRD), nutrido en su nacimiento con lo mejor de los movimientos de izquierda, se consolidó como una estructura política organizada y bien financiada que además logró controlar importantes aparatos burocráticos, incluyendo de manera destacada el gobierno de la Ciudad de México. Asimismo, en el Congreso de la Unión los diputados y los senadores de izquierda pudieron atrasar durante años la aprobación de algunas de las más agresivas reformas, al visibilizar el descontento social frente al avance del proyecto oligárquico.

Hoy, sin embargo, estas tres vías de acción demuestran claras señales de agotamiento. Primero, aunque duela aceptarlo para quienes desde el comienzo apoyamos la lucha del EZLN, el poderoso mensaje “Para todos todo…para nosotros nada” no se ha cumplido en los hechos. A 20 años del levantamiento, los gobiernos federales y estatales han logrado “contener” el movimiento al nivel local y evitar la articulación de un gran movimiento nacional para transformar la Patria. Si bien la insurrección trajo beneficios para el “nosotros” que participó en ella, “todos” no hemos tenido la oportunidad de gozar de sus frutos...

TEXTO COMPLETO DISPONIBLE AQUÍ

viernes, 10 de enero de 2014

"Cuando la moda se vuelve política" (Revista Variopinto 19, Enero 2014)


La moda de las reformas supuestamente “modernizadoras” amenaza con borrar de un plumazo el gran legado histórico de luchas populares y democráticas, todavía hoy condensado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. A algunos les parece suficiente justificación para todo tipo de modificación constitucional, reforma “estructural” o nueva política pública la afirmación de que México es “un caso único en la materia”, por lo que sería necesario imitar o copiar lo que se hace en otros países. Esta ligereza argumentativa inspirada por un arraigado malinchismo genera una ceguera que hoy amenaza con desaparecer uno a uno todos nuestros derechos ciudadanos y conquistas sociales.

De acuerdo con esta destructiva lógica, urge privatizar la industria petrolera nacional para ponernos a la par con las “grandes potencias internacionales” cuyos sistemas políticos y económicos yacen hoy postrados ante la enorme fuerza de las empresas petroleras transnacionales. También supuestamente habría que avergonzarnos del hecho de que el Metro de la Ciudad de México “es uno de los más baratos del mundo”. De acuerdo a este facilón relato, urgiría subir de golpe la tarifa en un 66% para que nuestros amigos internacionales no se burlen de nuestras “populistas” políticas en defensa de la economía popular. Mientras, de manera hipócrita y contradictoria, a las mismas voces les tienen sin cuidado nuestro “excepcionalismo” internacional con respecto a la concentración de la riqueza, la desigualdad social y el estancamiento económico. 

Con respecto a la “reforma política”, ocurre lo mismo en el tema de la reelección consecutiva de legisladores federales y presidentes municipales. Al parecer solamente un ciudadano desubicado, totalmente atrasado en la moda, podría defender el principio de “Sufragio efectivo, no reelección”, una conquista histórica supuestamente rebasada por los tiempos de la posmodernidad neoliberal. Escuchemos la voz de los honorables senadores de la República en su dictamen para la “Reforma Política” del 6 de diciembre de 2013:

"Estas comisiones dictaminadoras estimamos que la reelección inmediata o elección consecutiva de legisladores trae aparejadas ventajas, como son: tener un vínculo más estrecho con los electores, ya que serán éstos los que ratifiquen mediante su voto, a los servidores públicos en su encargo, y ello abonará a la rendición de cuentas y fomentará las relaciones de confianza entre representantes y representados, y profesionalizará la carrera de los legisladores, para contar con representantes mayormente calificados para desempeñar sus facultades, a fin de propiciar un mejor quehacer legislativo en beneficio del país; lo que puede propiciar un mejor entorno para la construcción de acuerdos. Aunado a lo anterior, la ampliación de tal temporalidad fortalecerá el trabajo legislativo y permitirá dar continuidad y consistencia a las funciones inherentes de las cámaras respectivas."...

TEXTO COMPLETO DISPONIBLE EN VARIOPINTO

lunes, 6 de enero de 2014

"TLCAN y EZLN: veinte años" (La Jornada, 6 de enero, 2014)

Mujeres y jóvenes zapatistas// Foto: Moisés Zuñiga, La Jornada
Hace 20 años, en enero de 1994, los dos extremos del México "moderno" celebraban sus respectivas victorias históricas. La oligarquía brindó con júbilo ante la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que garantizaría sus inversiones y abriría nuevas oportunidades para el saqueo de las riquezas y la sobrexplotación del trabajo nacionales por el capital internacional. En el mismo momento, la sociedad mexicana celebró el renacimiento de la esperanza democrática con el levantamiento indígena del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas. Hoy los oligarcas son más ricos y las comunidades zapatistas avanzan con paso firme hacia la consolidación de su autonomía, pero el resto de la sociedad mexicana se hunde en un pozo de olvido, pobreza y desesperanza que pareciera no tener fondo.

El resultado más importante del TLCAN ha sido la total subordinación de la política económica mexicana a los dictados de Washington y del gran capital internacional. Todos los estudios demuestran que si bien el TLCAN ha generado un aumento en la "inversión extranjera directa", sobre todo desde Estados Unidos, este flujo de recursos no ha propiciado procesos de desarrollo sostenible o sustentable de largo plazo. En los últimos 20 años el crecimiento económico se ha estancado, la desigualdad se ha profundizado, el medio ambiente se ha degradado y la pobreza se mantiene en un nivel totalmente inaceptable.

Sin embargo, lo más grave ha sido la desarticulación estructural de la economía mexicana. Los campesinos y los indígenas han sido obligados a abandonar sus tierras y migrar hacia Estados Unidos a una tasa sin precedentes; una multitud de pequeños y medianos empresarios han tenido que cerrar sus negocios y, en general, se han debilitado las cadenas productivas nacionales en favor de una "inserción" cada vez más subordinada y desigual en los circuitos internacionales del capital. Las "oportunidades" laborales disponibles hoy para los jóvenes, mal pagadas, sobrexplotadas y con pésimas condiciones de trabajo, son el espejo más fiel del gran fracaso del TLCAN, y el proyecto neoliberal que lo acompaña, para traer justicia, paz y desarrollo a México.

Este desmembramiento nacional ha sido la verdadera causa para el desastre de violencia, inseguridad y muerte que ha acompañado la "guerra" contra las drogas iniciada por Felipe Calderón y mantenida sin cambio alguno por Enrique Peña Nieto. La lógica del "sálvense quien pueda" que hoy predomina en el país convierte el abuso y la acumulación en la única forma para garantizar un mínimo patrimonio familiar para millones de ciudadanos. La inseguridad económica deviene en inseguridad pública y corrupción gubernamental...

ARTÍCULO COMPLETO DISPONIBLE EN LA JORNADA