ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

lunes, 7 de julio de 2014

"Pensamiento criminal" (La Jornada, 7 de julio, 2014)

José Manuel Mireles/Foto: La Jornada
Solamente un ciudadano totalmente desubicado podría creer que la detención del doctor José Manuel Mireles haya sido para garantizar el estado de derecho o que las reformas en materia de telecomunicaciones nos permitirán entrar por la puerta grande a la modernidad. Las constantes mentiras, engaños y fraudes de las autoridades gubernamentales y de la clase política han demostrado que siempre es mejor primero desconfiar de la versión oficial. La natural actitud crítica y contestataria del pueblo mexicano constituye una gran fortaleza en momentos de ignominia autoritaria como hoy.

El encarcelamiento de Mireles es una evidente venganza política. Las mismas autoridades han señalado que la detención del líder de las autodefensas michoacanas es en respuesta a la violación a los acuerdos alcanzados el 14 de abril, en que se pactó el desarme de las autodefensas y su incorporación a las Fuerzas Rurales a partir del 10 de mayo. Es decir, el principal pecado de Mireles no sería la portación de armas en sí, sino su supuesto incumplimiento con un acuerdo estrictamente político.

De lo contrario no habría forma de entender la fecha, el modo y el lugar de la detención. Las actividades en que participaba Mireles el pasado viernes, 27 de junio eran exactamente las mismas que venía desarrollando desde hace más de un año, alentadas y toleradas desde el principio por el mismo gobierno. Si estas acciones eran tan peligrosas y antisociales, ¿por qué no detenerlo desde febrero de 2013, cuando inició el movimiento de las autodefensas, o el mismo 10 de mayo de 2014, la supuesta fecha límite para el desarme? En su caso, quienes realmente tendrían que estar sujetos a proceso penal serían las autoridades gubernamentales que fomentaron y durante meses acompañaron directamente a las autodefensas como Óscar Naranjo, Alfredo Castillo y Miguel Ángel Osorio Chong.

No existe duda de que la detención de Mireles haya sido una determinación política. Se hizo para castigarlo por su valentía al denunciar los vínculos de las autoridades con el crimen organizado y su independencia al insistir que no entregaría las armas hasta que el gobierno hubiera cumplido con su responsabilidad de traer la paz y la justicia a Michoacán...

TEXTO COMPLETO DISPONIBLE EN LA JORNADA