ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

jueves, 28 de febrero de 2013

"Poder popular" (Revista Proceso, 24 febrero de 2013)


El recién reelecto presidente de Ecuador, Rafael Correa, no necesitará un artificial “Pacto por Ecuador” para cooptar a sus rivales y ablandar a la oposición en busca de una falsa legitimidad política. Su contundente victoria del domingo 17 le permitirá avanzar a pasos agigantados y de manera directa en su proyecto de privilegiar el bienestar de los ecuatorianos y de “someter a las transnacionales y a la globalización deshumanizante”. “Que manden los pueblos, no los capitales”, resumió el mandatario su visión política en su discurso pronunciado la noche de la elección.

Correa recibió el respaldo de 56% de los votantes y duplicó la cifra de su más cercano competidor, Guillermo Lasso. Ni siquiera la suma de los sufragios de los seis partidos contendientes alcanzaba la votación para presidente. En marcado contraste con las recientes elecciones presidenciales en México, el pueblo votó en contra del candidato de las principales televisoras y cientos de miles de ciudadanos tomaron las calles para celebrar el triunfo de Correa.

La reafirmación de la soberanía popular por encima del poder del dinero en Ecuador constituye una gran lección y ejemplo democrático para México y el mundo. En aquel país sudamericano las elecciones populares siguen siendo vías para lograr la transformación social. El pueblo respalda de manera espontánea a su mandatario porque encarna sus esperanzas para lograr un país más justo e igualitario, aun cuando los principales medios electrónicos han sometido al presidente a constantes golpeteos y descalificaciones infundadas.

En contraste, en México las elecciones de 2012 implicaron el cierre del ciclo de esperanza electoral iniciado en 1988. Cada día existe menos ilusión ciudadana en la posibilidad de lograr un cambio verdadero por medio de los comicios. Aún con los enormes obstáculos que enfrentaban Cuauhtémoc Cárdenas y Manuel Clouthier en 1988, hace 25 años los ciudadanos todavía creían que una victoria de la oposición era posible y eventualmente inevitable...

martes, 19 de febrero de 2013

"Lotería democrática" (La Jornada, 18 de febrero de 2013)

Leonardo Valdés, Presidente IFE
Los procedimientos actuales para el nombramiento por el Congreso de la Unión de los titulares de los órganos y organismos del Estado garantizan que la lealtad política y la mediocridad predominen por encima de la independencia ciudadana y la capacidad profesional. La profunda crisis de legitimidad que hoy aqueja tanto al Instituto Federal Electoral (IFE) como al Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no es más que el desenlace natural de procesos de selección sistemáticamente amañados desde hace dos lustros. Hay que actuar para que los próximos nombramientos para estas instituciones, y para la nueva Comisión Nacional de Combate a la Corrupción, rompan con la lógica perversa de intercambio de favores.

La historia nos ha demostrado que a los políticos les interesan muy poco las opiniones de los expertos y menos las de los grupos ciudadanos que en cada coyuntura de nombramiento demandan plena transparencia y altura de miras a los legisladores. En lugar de esperar a que ahora sí la clase política se dé cuenta del enorme daño que está haciendo a las instituciones del Estado, a los ciudadanos nos toca construir y exigir la implementación de propuestas innovadoras.

Nuestro enfoque debe ser simultáneamente revolucionario y realista. No se trata de encontrar un grupo de ciudadanos puros para rescatar las instituciones, sino de instalar un procedimiento que aumente la posibilidad de que los nuevos funcionarios manden al diablo a la clase política y coloquen los intereses sociales en primer término. No se trata de una búsqueda de ángeles, sino de cerrar el paso a los vividores.

Hoy el mundo se encuentra al revés. Los procedimientos actuales garantizan que los consejeros, comisionados, magistrados y ministros tengan que rendir cuentas en primer lugar a sus padrinos políticos. Algunos cabildean sus nombramientos durante años y casi todos juran lealtad personal y obediencia política a cambio del favor de su nombramiento. Solamente en casos excepcionales ocurren traiciones patrióticas donde, una vez en el cargo, el funcionario pone en riesgo su futuro político al independizarse de sus patrocinadores y lanzarse con todo para defender el interés general.

Se debe invertir completamente el esquema. Si bien siempre existirá la posibilidad de que un nuevo consejero, comisionado, magistrado o ministro dé la espalda a la ciudadanía, hay que diseñar un sistema que asegure que tal comportamiento sea la excepción y no la regla. Para ello, el primer paso sería romper de tajo cualquier liga o relación entre el nombrado y quien decida el nombramiento. Los nuevos funcionarios no deberían deber su cargo a absolutamente nadie...
 
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martes, 12 de febrero de 2013

"La derrota de Televisa" (Revista Proceso, 10 de febrero de 2013)

Las oficinas de Televisa en Chapultepec/Foto: Alejandro Saldívar, Proceso.com
The Guardian no se ha “disculpado” con Televisa y mucho menos se “retractó” de los importantes reportajes de Jo Tuckman sobre la complicidad entre la televisora de Chapultepec y Enrique Peña Nieto. Los artículos impugnados siguen disponibles íntegramente en internet, tanto en inglés (http://ow.ly/htIFJ) como en español (http://ow.ly/htIQ1), y el periódico no ha modificado una sola coma de su contenido. El rotativo también ha colocado en línea los archivos obtenidos por su reportera que documentan los supuestos acuerdos entre Peña Nieto y Televisa.

Desde que se publicó el primer artículo­ polémico el pasado 7 de junio, Televisa exigió una “disculpa pública” a The Guardian y pidió que se retractara de las acusaciones respecto a la venta subrepticia de cobertura mediática a Peña Nieto. También entabló una demanda legal en contra del periódico en tribunales ingleses. Pero la televisora no tuvo éxito en su estrategia jurídica ni en sus presiones mediáticas.

En el comunicado conjunto emitido el martes 5, el rotativo inglés se mantiene firme en su postura original de que los artículos impugnados “planteaban una cuestión de interés público sobre la relación entre Televisa y algunos candidatos a puestos de elección” y que fueron publicados “de buena fe con base en el material proporcionado por su fuente confidencial”. En otras palabras, The Guardian defiende a su reportera y ratifica en todos sus términos su decisión de difundir la información.

El comunicado deja claro que no hubo ninguna violación a los códigos de ética periodísticos. Al firmarlo, Televisa está aceptando la importancia de la información contenida en los artículos y avalando el trabajo absolutamente profesional de la periodista que los redactó.

Lo único que Televisa logró tras casi un año de pataleos, presiones y gastos en costosos bufetes de abogados fue un par de frases estériles en las cuales The Guardian, diplomáticamente y de manera totalmente abstracta, “reconoce que Televisa y sus periodistas buscan mantener los más altos estándares editoriales” y “acepta que las autoridades electorales resolvieron que la cobertura de Grupo Televisa cumplió con las estrictas normas electorales mexicanas y neutralidad política”. Es importante notar que el rotativo inglés no afirma que Televisa efectivamente cumple con “altos estándares editoriales”, sino sólo que “busca” hacerlo. Asimismo, The Guardian no avala el tratamiento que el IFE dio al caso Televisa, sino que solamente “acepta” que existió el carpetazo...

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lunes, 4 de febrero de 2013

"El 'luto' del presidente Peña" (La Jornada, 4 de febrero de 2013)

Las Torres de Pemex en Azcapotzalco, Foto: La Jornada
Inmediatamente después de declarar luto nacional durante su comida con la Confederación Patronal de la República Mexicana, Enrique Peña Nieto "honró" a los muertos de la explosión en Pemex vacacionando en un hotel de lujo en las playas de Nayarit. Mientras, el titular del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), Claudio X. González, aprovechó el fin de semana largo para lanzarse en contra de la eliminación de los privilegios fiscales incluida en el Pacto por México.

El río regresa a su cauce. Las vacaciones de Peña Nieto y la postura del CMHN son dos caras de la misma moneda. Tanto el "luto nacional" como la "unidad nacional" terminan como meras cortinas de humo para encubrir el mismo cinismo e intereses de siempre. Se agota la estrategia de gobernar por medio de espec­táculos mediáticos y la indignación ciudadana aumenta.

No es suficiente que las investigaciones de la explosión en Pemex se conduzcan con transparencia. Hay que dar el salto de la información a la rendición de cuentas y de la transparencia al castigo de los responsables. Por ejemplo, independientemente de si se trató de una bomba o un mero accidente, el titular de Pemex, Emilio Lozoya Austin, está obligado a presentar su renuncia al cargo de manera inmediata por su total negligencia para garantizar la seguridad de las instalaciones centrales de la empresa petrolera.

La rendición de cuentas se pervierte cuando se reduce a la mera exhibición de datos. México es un destacado ejemplo a escala mundial de las consecuencias de este tipo de impunidad transparente. A pesar de los avances en materia de acceso a la información pública, el país se mantiene como uno de los más corruptos del mundo. En 2012, México recibió de Transparencia Internacional una calificación de 34 (de 100) en materia de corrupción, colocándolo en una posición inferior en la tabla mundial en relación con países como Malí, Bolivia, Senegal, China y Cuba.

Una de las principales razones del fracaso de la transición a la democracia y el combate a la corrupción en México es precisamente la impunidad de los poderosos. Nadie paga los platos rotos. Felipe Calderón goza de su decorosa jubilación a cargo del erario federal bajo la protección de la Universidad Harvard. Ernesto Zedillo también pasea con toda tranquilidad por las aulas de la Universidad Yale...

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